«La pérdida y deterioro de los bosques de gorgonias puede tener consecuencias para todo el ecosistema y llegar a afectar a sectores económicos, como la pesca»

18.06.2024

Maria Montseny, es bióloga ambiental y doctora en Ecología marina. Su investigación se centra en la conservación y restauración ecológica de ecosistemas marinos profundos. En la actualidad, es investigadora post-doctoral en el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona (UB) y forma parte del equipo científico del proyecto LIFE Ecorest. Además de embarcarse en campañas oceanográficas, trabaja codo a codo con las cofradías de pescadores participantes en el proyecto para restaurar y devolver a las zonas marinas protegidas los organismos que rescatan de las redes de pesca.

¿Qué función ejercen las gorgonias, corales, esponjas y otros organismos sésiles en el ecosistema? ¿Por qué son tan importantes?

Las gorgonias, corales, esponjas y otros organismos bentónicos son esenciales para el ecosistema, ya que, gracias a su estructura, proporcionan el hábitat y refugio idóneo para muchas otras especies. Forman bosques de gorgonias donde se concentran fases larvarias y juveniles de peces de especies de interés comercial, como las langostas. Además, estos organismos tienen un papel clave en el ciclo de nutrientes. Así pues, la pérdida y deterioro de los bosques de gorgonias puede tener consecuencias para  todo el ecosistema y llegar a afectar a sectores económicos, como la pesca.

¿Qué tienen de singular los bosques de gorgonias en el Mediterráneo y, en particular, los que habitan en Cataluña, en las zonas de actuación del proyecto? ¿En qué estado se encuentran?

Los bosques de gorgonias presentes en las áreas de actuación del proyecto se encuentran en la plataforma y en el talud continental, entre los 40 y 550 metros de profundidad. Estos bosques son núcleos de biodiversidad que concentran una gran variedad de especies, algunas de ellas especies vulnerables, amenazadas y de crecimiento lento.

No obstante, estos ambientes también son zonas de intensa explotación pesquera desde hace décadas, lo que ha deteriorado el estado de conservación de los bosques de gorgonias y hace necesario plantear medidas de protección.

Desde hace unos años, parte de vuestras investigaciones se centran en evaluar cómo evolucionan estas poblaciones, tanto de manera natural, como implantando medidas de restauración ecológica para acelerar los procesos de recuperación. ¿Qué resultados habéis obtenido?

Dada la importancia de estas poblaciones, hacer un seguimiento de su estado de conservación es clave para prever grandes cambios en el ecosistema o evaluar la efectividad de las medidas de restauración. Monitorizar estas poblaciones tan profundas es todo un reto para la tecnología y la ciencia marina. Además, las gorgonias y los corales son organismos con ciclos vitales muy largos y crecimiento lento, lo que dificulta detectar una mejora significativa en pocos años.

Aun así, gracias a las imágenes obtenidas con Vehículos Operados Remotamente (ROV), hemos podido detectar inicios de recuperación en las áreas marinas protegidas donde hace años se prohibió la actividad pesquera y confirmar el éxito de la técnica de restauración utilizada.

¿Cómo crees que el proyecto LIFE ECOREST puede contribuir a impulsar esta recuperación? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?

 El proyecto LIFE ECOREST contribuye de manera directa a la recuperación de los bosques de gorgonias, esponjas y otros organismos bentónicos a través de dos vías principales. Por un lado, mediante la restauración pasiva, ayuda a crear áreas marinas protegidas donde se prohíbe la pesca. Por otro lado, mediante la restauración activa, devolviendo a estas zonas protegidas los organismos bentónicos que los pescadores capturan accidentalmente.

Uno de los puntos fuertes del proyecto es la participación de un actor clave, el sector pesquero. Es importante que las acciones de restauración y conservación incluyan a los protagonistas que trabajan diariamente en estos ambientes, haciéndolos partícipes de su protección.

Otro punto destacable es la simplicidad y efectividad de la técnica de restauración utilizada, conocida como método Bádminton. A diferencia de otras técnicas, y a pesar de la dificultad de trabajar en áreas profundas, este método se caracteriza por ser económicamente asequible y aplicable a una gran escala espacial.

¿Por qué es innovadora la metodología de restauración utilizada en el proyecto?

El método Badminton es una metodología innovadora para la restauración de poblaciones de gorgonias en ambientes profundos, un campo no tan estudiado como los hábitats más superficiales. A diferencia de otros métodos utilizados en restauración profunda, este no requiere tecnología sofisticada, lo que reduce significativamente su coste. Además, permite abarcar grandes áreas de restauración e incluye el sector de la pesca local, haciéndolos partícipes de todo el proceso de restauración.

¿Qué resultados destacarías de las campañas oceanográficas que habéis desarrollado en el proyecto desde la Universidad de Barcelona y el ICM-CSIC?

El equipo científico del ICM-CSIC y de la Universidad de Barcelona ha realizado campañas oceanográficas que, en una evaluación preliminar, han permitido encontrar diferencias entre las zonas donde se permite la pesca y las zonas protegidas, al menos desde hace un año. En las zonas protegidas, se han detectado indicadores de recuperación del lecho marino y el asentamiento de algunas especies bentónicas, evidenciando el inicio de la recuperación del ecosistema.

Por otro lado, se han podido detectar las primeras colonias que fueron devueltas con el método Badminton, corroborando que se encontraban en buen estado. Los esfuerzos de seguimiento y conservación continuados serán cruciales para garantizar el éxito a largo plazo de estas regiones protegidas y promover la salud global del ecosistema marino.

Los pescadores participantes en el proyecto ya han iniciado las devoluciones al mar de ejemplares recuperados en acuarios instalados en las cofradías. ¿Qué destacarías de su labor? ¿Cómo valoras el trabajo conjunto entre sector pesquero y comunidad científica?

La tarea de los pescadores en el proyecto es muy importante, ya que, por un lado, proporcionan los organismos a restaurar y, por otro, nos ayudan a reencontrarlos en las zonas protegidas. El trabajo conjunto entre científicos y el sector pesquero está siendo enriquecedor, destacando el intercambio de conocimiento y experiencias.

Los pescadores han estado trabajando en estos ambientes durante años y son conscientes de que también deben apostar por recuperar y mantener el estado de conservación de los fondos marinos si quieren que su sector sea viable.

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