El conocimiento científico de los fondos marinos y su biodiversidad es aún muy escaso, a pesar de la importancia que tiene el océano para el planeta y la sociedad. Pero gracias a la tecnología, hoy en día es posible conocer mejor las profundidades marinas.
Una de estas herramientas innovadoras es el lander, una plataforma fija, que se puede fondear sobre el fondo marino mediante un barco. Se trata de sistemas de muestreo cuantitativo y no invasivo que trabajan estáticos y de forma autónoma. Estos dispositivos van equipados con cámaras, sensores ambientales, sistemas de iluminación y discos duros para almacenar imágenes y vídeos, así como baterías que alcanzan una autonomía en modo time-lapse de hasta 10 meses.
Estos dispositivos están siendo utilizados en las campañas oceanográficas del proyecto LIFE ECOREST con el objetivo de recabar información sobre el estado de los fondos marinos, la recuperación de los ecosistemas, así como las especies de fauna que alberga y sus interacciones. En especial, se estudian corales y gorgonias, organismos objeto del proyecto.
Estos landers han sido desarrollados y desplegados por el ICM-CSIC, en colaboración con el grupo Sarti-mar de la Universitat Politècnica de Catalunya, que dirige el observatorio submarino Obsea.
Durante las campañas oceanográficas del proyecto, han permanecido fondeados en una zona de sustratos blandos. Su misión ha sido tomar imágenes del fondo cada 30 minutos, que serán procesadas y analizadas por el equipo científico del ICM-CSIC para conocer las dinámicas temporales y las interacciones entre distintas especies.
Con ayuda de grúas específicas, tres landers se han instalado en los fondos de áreas marinas en restauración, en concreto, en zonas de protección pesquera de Palamós, a una profundidad de entre 50 y 380 metros. Estos dispositivos están tomando imágenes de una superficie de unos 2,5 m2 durante seis meses.
En la última campaña del LIFE ECOREST, se han desplegado frente a poblaciones de corales trasplantados, donde proporcionarán imágenes a frecuencias de entre 10 y 30 minutos. Además, se utilizarán para evaluar la interacción de estos organismos con el medio marino y con fauna sésil, como anémonas, poliquetos o corales de cuerpo blando. También con peces e invertebrados como los crustáceos.
Los hallazgos servirán para determinar el rol de estas poblaciones trasplantadas en la generación de nuevas condiciones de sustrato y hábitat. Los landers serán los ojos y sensores del proyecto en estos espacios marinos protegidos.
LIFE ECOREST
En la zona de actuación del proyecto, a lo largo del litoral de Barcelona y Girona, se estima que más del 90% del fondo marino entre 50 y 800 metros de profundidad muestra signos de degradación, lo que dificulta la regeneración de los recursos naturales. Esta zona está considerada un punto de gran importancia ecológica debido a la alta concentración de especies en peligro, amenazadas o vulnerables, entre las que se encuentran corales y gorgonias.
Por ello, hasta 2026, el programa de acciones del proyecto LIFE ECOREST servirá para mejorar el estado de conservación de los hábitats marinos profundos y demostrar la eficacia de la gestión participativa del sector pesquero.
Esta iniciativa, que coordina el ICM-CSIC, cuenta como socios con la Federació Territorial de Confraries de Pescadors de Girona, la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Universitat de Barcelona y WWF España, así como con la contribución financiera del Programa LIFE de la Unión Europea.